jueves, 6 de agosto de 2015

FORMACIÓN DEL UNIVERSO.

La teoría más conocida sobre el origen del universo se centra en un cataclismo cósmico sin igual en la historia: el BIG BANG. El cual es el modelo cosmológico predominante para los períodos conocidos más antiguos del Universo y su posterior evolución a gran escala. Afirma que el universo estaba en un estado de muy alta densidad y luego se expandió.

Según los científicos, hace unos 13.500 a 15.500 millones de año se produjo una gran explosión. En el Big Bang no solo estab8an concentrados la materia y la energía, sino también el tiempo y el espacio, por lo que no había ningún lugar “fuera” de la bola de fuego primigenia, ni ningún momento antes del Big Bang. Es el propio espacio lo que se expande a medida que el universo envejece, alejando los objetos materiales unos de otros.

La fuerza desencadenada impulsó la materia, extraordinariamente densa, en todas direcciones, a una velocidad próximas a la de la luz. Con el tiempo, y a medida que se alejaban del centro y reducían su velocidad, masas de esta materia se quedaron más próximas a formar, más tarde las galaxias.

Cerca del límite de esta galaxia, que hoy llamamos Vía láctea, una porción de materia se condensó en una nube más densa hace unos 5000 millones de años. Las fuerzas gravitatorias hicieron que la mayor parte de esta masa formase una esfera central y, a su alrededor, quedasen girando masas mucho más pequeñas. La masa central se convirtió en una esfera incandescente, una estrella, nuestro sol. Las pequeñas también se condensaron mientras describían órbitas alrededor de sol, formando los planetas. Entre ellos la tierra.

Después de un periodo inicial en que la tierra era una masa incandescente, la temperatura bajó lo suficiente como para permitir la formación de una corteza terrestre estable. Al principio no tenía atmósfera y recibía muchos impactos de meteoritos. La actividad volcánica era intensa. Esta actividad de los volcanes generó una gran cantidad de gases que acabaron formando una capa sobre la corteza. Su composición era muy distinta de la actual, pero fue la primera capa protectora y permitió la aparición del agua líquida.